… es un mundo que elijo, y se expande / es un lugar y muchos lugares a la vez / son todos los lugares que viví / son miles de aromas y sensaciones y colores / son las personas que me acompañan y acompañaron en estas pequeñas aventuras / son los amigos que conocí / es cada libro y cada canción que me acompañó / es el sol después de la tormenta, y la noche más fría / es aquel primer aterrizaje y el primer despegue! / es el nudo en el estómago del primer viaje / son todas las luces que me encandilaron en Times Square / es el amanecer más impactante, después de 4 días de caminata, y el alivio, y la emoción, en Machu Pichu / es cada lágrima que cayó por felicidad, por haber llegado / son 2 deseos en el muro, cumplidos / es la ilusión de perseguir un instante en una película / son los viñedos y las ciudades y las playas y las montañas y los salares y los puentes que crucé / son los paisajes divisados desde 1 tren y la libertad del primer viaje en auto / es sentirse en casa a 8500 km / es encontrar ése lugar...

lunes, 8 de agosto de 2011

Just Breathe



Pasó mucho tiempo. Y lejos de querer exponer toda una introducción a los motivos por los cuales pegué un faltazo de 1 mes, me remito solo a aclarar que la canción elegida dice mucho.
Respirar. Sólo respirar. Profundo. Inspiramos… y lentamente dejamos que vaya saliendo el aire.

Nos alejamos de los relatos citadinos, de las murallas de pueblos antiguos y sacamos un nuevo pasaje para volar desde las tierras de Drácula hasta América del Norte, Estados Unidos, Arizona.
El viaje al “Grand Canyon” fue el comienzo de un viaje que no dejaría de sorprendernos a cada hora. Un viaje que aunque comenzó unos cuantos días antes en Los Ángeles (sic, capítulo aparte); realmente tuvo su razón de ser a partir de las 7AM mientras esperábamos a la camioneta que nos llevaría al destino.

 
Años de espera; varias decenas de ciudades tachadas en el mapa;  un viaje de 6 horas;  el Lago Mead y la represa Hoover; algunas fotos junto a un cartel oxidado que recuerda los gloriosos años de la ruta 66; conformaron el recorrido para llegar al destino.

 

Y junto a nuestra llegada, los primeros copos de nieve comenzaron a caer…

Ya está, estábamos ahí. Comiendo a espaldas del Cañón.
Apuramos el último bocado y salimos emocionados al encuentro. ...
Frente a nosotros solo un precipicio y nieve. Algunas fotos  y apuramos el paso ante la intensidad de la tormenta.


Respirar. Solo respirar.
Aprovechamos la tormenta en el Museo del Cañon, y escuchamos los detalles y números sin demasiada atención.
Habíamos hecho 9500km para ver nieve. Silencio. Desilusión.




Respirar. Solo respirar.

Cuando giré hacia el ventanal del Museo lo que hacía 5 minutos era blanco ahora era una mezcla de tonos rojizos contrastando con un celeste pleno. No había nubes. No caia un solo copo.
Salimos atropellados a fotografiar el momento.




Tomas hechas; misión cumplida.
Respiré. Por un momento estuve sola, observando y sintiendo el aire frío contra la piel y atesorando este momento que había postergado, en una mezcla de emoción, paz y adrenalina.
Algo así como la conjunción de estas 2 grandes escenas:


Mientras, el sol jugaba con las tonalidades de la piedra.

Y como comparten nombre y amo esta canción también hay cierre con regalo


Anna Nalick - Breathe (2 AM) por ddi94