… es un mundo que elijo, y se expande / es un lugar y muchos lugares a la vez / son todos los lugares que viví / son miles de aromas y sensaciones y colores / son las personas que me acompañan y acompañaron en estas pequeñas aventuras / son los amigos que conocí / es cada libro y cada canción que me acompañó / es el sol después de la tormenta, y la noche más fría / es aquel primer aterrizaje y el primer despegue! / es el nudo en el estómago del primer viaje / son todas las luces que me encandilaron en Times Square / es el amanecer más impactante, después de 4 días de caminata, y el alivio, y la emoción, en Machu Pichu / es cada lágrima que cayó por felicidad, por haber llegado / son 2 deseos en el muro, cumplidos / es la ilusión de perseguir un instante en una película / son los viñedos y las ciudades y las playas y las montañas y los salares y los puentes que crucé / son los paisajes divisados desde 1 tren y la libertad del primer viaje en auto / es sentirse en casa a 8500 km / es encontrar ése lugar...

domingo, 25 de diciembre de 2011

Porque 1 imagen vale más que 1000 palabras....

Momentos felices, Lugares felices, Sentimientos felices: este año cambio palabras por imágenes.
No importa cuándo, qué o dónde…

Qué sean felices!


“I'm a lucky man, to count on both hands the ones I love,..
Some folks just have one, others, they've got none,
Stay with me,..Let's just breathe”
..................
“Soy un hombre afortunado de poder contar con ambas manos a los que amo…
Alguna gente solo tiene 1, otros, no tienen a nadie,
Quedate conmigo… Solo respiremos”

lunes, 8 de agosto de 2011

Just Breathe



Pasó mucho tiempo. Y lejos de querer exponer toda una introducción a los motivos por los cuales pegué un faltazo de 1 mes, me remito solo a aclarar que la canción elegida dice mucho.
Respirar. Sólo respirar. Profundo. Inspiramos… y lentamente dejamos que vaya saliendo el aire.

Nos alejamos de los relatos citadinos, de las murallas de pueblos antiguos y sacamos un nuevo pasaje para volar desde las tierras de Drácula hasta América del Norte, Estados Unidos, Arizona.
El viaje al “Grand Canyon” fue el comienzo de un viaje que no dejaría de sorprendernos a cada hora. Un viaje que aunque comenzó unos cuantos días antes en Los Ángeles (sic, capítulo aparte); realmente tuvo su razón de ser a partir de las 7AM mientras esperábamos a la camioneta que nos llevaría al destino.

 
Años de espera; varias decenas de ciudades tachadas en el mapa;  un viaje de 6 horas;  el Lago Mead y la represa Hoover; algunas fotos junto a un cartel oxidado que recuerda los gloriosos años de la ruta 66; conformaron el recorrido para llegar al destino.

 

Y junto a nuestra llegada, los primeros copos de nieve comenzaron a caer…

Ya está, estábamos ahí. Comiendo a espaldas del Cañón.
Apuramos el último bocado y salimos emocionados al encuentro. ...
Frente a nosotros solo un precipicio y nieve. Algunas fotos  y apuramos el paso ante la intensidad de la tormenta.


Respirar. Solo respirar.
Aprovechamos la tormenta en el Museo del Cañon, y escuchamos los detalles y números sin demasiada atención.
Habíamos hecho 9500km para ver nieve. Silencio. Desilusión.




Respirar. Solo respirar.

Cuando giré hacia el ventanal del Museo lo que hacía 5 minutos era blanco ahora era una mezcla de tonos rojizos contrastando con un celeste pleno. No había nubes. No caia un solo copo.
Salimos atropellados a fotografiar el momento.




Tomas hechas; misión cumplida.
Respiré. Por un momento estuve sola, observando y sintiendo el aire frío contra la piel y atesorando este momento que había postergado, en una mezcla de emoción, paz y adrenalina.
Algo así como la conjunción de estas 2 grandes escenas:


Mientras, el sol jugaba con las tonalidades de la piedra.

Y como comparten nombre y amo esta canción también hay cierre con regalo


Anna Nalick - Breathe (2 AM) por ddi94

martes, 5 de julio de 2011

Sympathy for the devil



Hasta el momento este blog funciona asi: elijo un lugar, un momento que en ese momento me inspire y escribo, busco las fotos y por último, trato de encontrar el tema que va a acompañarlo.
Esta vez recorro el camino inverso: hoy es la canción la que inspira el momento y el lugar.
Así fue que me encontré con este tema casi accidentalmente, y supe que iba a ser el nombre del próximo post,  y sabía exactamente por qué…

Aunque por lejos este lugar no esté marcado como uno de los favoritos en mi mapa virtual; es el lugar que resonaba una y otra vez desde aquella vez que en 1993 me encontré con el
Drácula de Coppola. Desde ese día adopté a esta historia como la preferida, leí los libros que había por leer; y miré la película tantas veces como para conocer los diálogos; siguiendo con una debilidad por las historias vampíricas que hasta el día de hoy permanece inmutable.

Y fue después de poco más de 15 años que finalmente Rumania se iluminó en el mapa y me recordó de aquel lugar perdido en Europa del Este que quedaba de camino entre Estambul y Praga.


Antes de llegar sabía que el castillo no era el castillo, y que la leyenda era en realidad más mito que historia, pero el misticismo e ilusión que prometían esas tierras fueron inevitables, y así seguimos el camino de La Historiadora; que después de la noche más corta y fugaz en Bucarest nos encontraría tomando el tren a Brasov; ciudad en la que nos quedaríamos para recorrer  Transilvania.


No importa que la ciudad no rankee ni cerca del top 10. Hay que reconocer que los techos y casas con sus iglesias y castillos medievales tienen un encanto especial.



Y que por lejos la hermosa casa de huéspedes La Despani que Anu diseñó en el fondo de su propiedad, fue una de las mejores experiencias de ese viaje. Anu, que junto a su marido pensó cada detalle como si en esas habitaciones fueran a hospedarse sus familiares y/o amigos; como si en esa cocina fuese ella quien cocinaría… Sin contar con el encanto de su casa, y su cocina a la que nos invitaría a tomar un vino caliente para calentar el espítiru antes de partir…




Luego de 2 días fríos y lluviosos que no ayudaron demasiado, habíamos conocido Brasov, con su Iglesia Negra y su versión tragicómica del cartel de Hollywood; y Sinaia con su mal llamado pero maravilloso “Castillo” Peles (se trata ni más ni menos de un Palacio) el cual nos encontraríamos señalando poco tiempo después en “The brothers Bloom”.
Nos quedamos sin Bran: seguramente haya sido la mejor forma de no romper el mito o la magia… Creo que auto boicotee esa visita, ahora que lo recuerdo…

Y nos fuimos, después de 2 noches extrañas, en un lugar donde no entendíamos palabra y saludábamos en Italiano.


Subimos al tren que durante la noche bordearía los Cárpatos hasta Budapest, y mientras intentaba conciliar el sueño en ese camarote, cual Jonathan Harker pero sin mi diario; me sentí afortunada y un poco desilusionada (¿?) de regresar sana, cuerda y sin marcas en el cuello.

miércoles, 22 de junio de 2011

Antoher Sunny Day



Cuento con el primer minuto libre después de semanas!
Mentira, el primero fue ayer lunes feriado, pero me declaré en huelga a realizar cualquier tipo de actividad que supusiese:
*Vestirme
*Salir de la cama
*Pensar
*Tipear otra cosa que el nombre de una serie nula de contenido intelectual en Cuevana (una nueva debilidad de la que no me siento orgullosa por lo que la vamos a mantener en secreto)

Así que oficialmente el primer minuto es hoy; mientras aguardo la llegada de Caro desde Chile en su visita fugaz y repentina.

Todavía no pude ni espiar el último viaje, las fotos aguardan en el escritorio en una carpeta que silenciosamente me chista cada vez que enciendo la PC.
Así que hagámosle honor al invierno con un cálido relato primaveral made in NYC.

1,2,3… Sorteo virtualmente los topics posibles y el ganador es….
DUMBO  + Brooklyn Heights (con mini intro a Brooklyn Bridge)

Para llegar a
DUMBO (Down Under the Manhattan Bridge Overpass –algo así como “Debajo del paso elevado del puente Manhattan”) basta cruzar el Brooklyn Bridge…
Aunque… el que sabe sabe, y el que no, lo vio en alguna guía: el puente de Brooklyn se cruza mirando a Manhattan, osea, al regreso.
Así que para llegar lo ideal es tomar los
metros A o C (línea azul) hasta “High St”, o bien, como recomiendo, para hacer un viaje completito completito del que no se arrepentirá y ya paso a detallar, lo ideal es tomarse el 2 o 3 (línea roja) hasta Clark St. Ambas estaciones son la primer incursión del otro lado del “East River”.
Paso a paso, lo ideal es conseguir un mapa!

Recién en mi 3er incursión a NYC aprendi que NYC no termina en Manhattan, y que aprovechando la incursión a Brooklyn para cruzar el puente caminando de regreso había otros lugares que valían la pena tanto o más visitar.
Lo primero que conocí fue el “Empire-Fulton Ferry State Park”, este parque  que ocupa el espacio entre el Manhattan y Brooklyn Bridge a orillas del río, y que tiene de las mejores panorámicas a la isla. Love it.


Después de sacar las 500 tomas que amerita el lugar (que se duplicarían con cada visita) caminamos hasta Jacques Torres, lugar que aprenderíamos tiene las mejores cookies de chocolate ever: Mudslide cookies! Y una filosofía muy interesante:





Si el día acompaña ( y hace menos de 15°) es ideal templar el cuerpo con su chocolate caliente.
 
En realidad DUMBO es bastante más que esta explanada a orillas del río: galerías de arte, teatros  y oficinas montadas sobre las viejas fábricas.


 

DUMBO se mantuvo entonces como la primer recomendación que hacía a quienes se disponen a cruzar el puente, hasta que el año pasado gastando las últimas horas que me quedaban para volver; aproveché la cercanía (ya que también aprendi: es mejor alojarse fuera de la Isla) desde el departamento en Lafayette Av., en Brooklyn, que alquilamos con Lau; para caminar hasta el puente.






No solo me di el gusto de caminar entre las callecitas de Brooklyn Heights y sacar todas las fotos posibles a las típicas escaleritas de cada casa de ladrillo rojo; resulta que habían arreglado toda la explanada al río y estaba encontrando una nueva panorámica del otro lado del puente:








Brooklyn podía ser aún más perfecto, claro que sí, y no nos olvidamos de sumar el Brooklyn Bridge, que merece capítulo aparte.

Y así queda conformada mi mañana perfecta en NYC por la módica suma de U$0 (o U$6 contando el chocolate + la cookie).
-Como todo lo que implica una vista de NYC, lo ideal es poder hacerlo de día y de noche-

* Aca el mapa con el recorrido completo y las indicaciones.

miércoles, 1 de junio de 2011

All the young dudes



El dilema de este post que tanto cuesta empezó siendo “sigo con NYC o cortamos un poco y divagamos por otros rumbos?” “aprovechar la frescura de lo recientemente vivido, experimentado, saboreado… o poner a trabajar las neuronas, revolver cajones y cajas para buscar momentos pasados?”.
En fin, muchas opciones se pelean el primer lugar mientras a la larga terminaba siendo nada. Ahí las tengo a todas esperando con ansias salir, pero debo reconocer vienen ganando las que implican el minimo uso del tiempo, sobre todo en la árdua tarea de dar con el material que necesito para hacer una nota hecha y derecha.

Así que voy haciendo lugar en este escritorio virtual: aparto la opción “Momento  Aventura, de la mano del Bungee que Vero había inspirado”; también agrego a la pila el “Momento Kodak” con las 1001 panorámicas del Brooklyn Bridge;  e incluso entra al archivo que alguna vez será el “Momento Gourmet” con las experiencias gastronómicas de este último viaje.
Ya está, entraron todas juntitas en la carpeta “Alguna vez serán” y me centro en este post mínimo volviendo a donde empezamos, la catalana Barcelona.

Es el “Momento Nite” o bien el “Momento joven –aka “Recordando que de noche también se sale


Después de las casi 3 semanas que estuvimos en Barcelona, nos dimos cuenta que nos faltaba un poco  de noche, de “copas” y a por ello fuimos guiados por el local: el amigo Martin.
Luego del primer intento fallido, ya que el lugar que buscábamos estaba cerrado, y de probar algunas mesas que nunca nos convencieron, deambulando por el Gótico y el Born, llegamos a “andú”  donde disfrutamos de unos cuantos vinos rojos, una muy rica tabla de quesos y hasta creemos un Cava (y digo creemos porque cuando salimos todo parecía un poco más nublado).
Un lugar con el ambiente ideal para tomar vinos. Y para conversar y dejar pasar las horas.
Hasta que claro, decidieron que era hora de cerrar y sin la menor indirecta empezaron a subir las sillas, por lo que entendimos era hora de partir hacia otros rumbos.
Dato anecdótico que solo supimos el nombre cuando emprendíamos la retirada de Barcelona, gracias Gus por guardar esa tarjeta.
Y de allí, sé que dimos unas cuantas vueltas (si al estado de las tantas botellas de vino le agregamos el laberinto que forman esos barrios, sabrán entender la imprecisión) y que en algún punto llegamos a la Plaza Real donde tocamos un timbre (digo tocamos, pero claro las directivas e iniciativa estaba en manos del local) y subimos al “Pipa Club”, un departamento-bar donde siguió la charla (y las copas) mientras un grupo de gente tocaba Flamenco cual guitarreada de fogón.
La noche había llegado a su fin;
Pero de ninguna forma nos íbamos a ir de Barcelona otra vez sin pasar por "El Xampanyet", así que el intento lo hicimos 2 noches después, satisfactoriamente.
Era tan animado, y atiborrado como lo recordaba y sin perder un poco de encanto.
Conseguimos 1 mesita para poder sentarnos los 3 y disfrutar del fuet, las papas bravas y por supuesto la Cava de la casa y la conversación que nunca amengua, no incluso después de tantas cenas, reencuentros y un viaje juntos; porque claro, se aprovechan los momentos para atesorar y tener de repuesto por el tiempo y océano que en breve nos volverían a distanciar.



Y para no cometer 2 veces el mismo error, decidimos seguir con la despedida por otros lados, haciéndole honor a la noche Española con resto suficiente.
Y allí fuimos, por vez segunda a recorrer los bares, anónimos; con parada en el Doner Kebab bendito de la Rambla del Raval (un fetiche de ellos, que tienen rankeados los lugares de Barcelona y les faltaba el mejor justamente, éste, que debo reconocer, lo era y si mal no recuerdo se llama "King Döner").

Y ahora sí. Saldados los pendientes de esta visita nos fuimos una vez más a dormir tranquilos. Despidiendo desde el Nite Bus a una Barcelona que de noche es incluso aún más encantadora.

Las fotos de esta nota son todas del Xampanyet, en los links encuentran fotos del resto de los lugares mencionados!

andú: Correo Viejo #3 -Barro Gótico, Barcelona
Pipa Club: Plaça Reial, 3 - Barcelona
El Xampanyet: Montcada, 22, - Barcelona 
King Döner: Rambla del Raval ,39 - Barcelona